Seguridad basada en el comportamiento (SBC)
- Harry Mariño
- 1 dic 2016
- 4 Min. de lectura
Muchos consideran el comportamiento humano, que es algo muy complicado, sin embargo no lo es. Desde sus inicios el ser humano ha demostrado su interés de aprender sobre lo que lo rodea y aprovecharlo para su beneficio y comodidad.
El comportamiento es un factor crítico en cualquier sistema de seguridad, y estos factores se pueden ver involucrados cuando se producen accidentes y esta nos conlleva a cuestionar tales factores desde diferente perspectiva:
La organización no promocionó un medio ambiente seguro.
Los procesos de seguridad no fueron adecuados o no fueron explicados claramente.
El equipo de protección tenia fallas.
La gerencia no apoyo los procesos de seguridad.
Las personas no conocian o no practicaron comportamiento seguros.
Pero en todos estos factores, el factor común es el COMPORTAMIENTO. Las normas y reglamento son necesarias, pero no son suficientes para prevenir accidentes en el trabajo; a pesar que exista un ambiente adecuado, procesos, equipos, normas y reglamentos que promuevan la seguridad, la gente sigue haciendo cosas que provocan accidentes.

Una empresa puede tener el mejor equipo humano de seguridad, los mejores dispositivos, invertir gran cantidad de dinero, pero si el resto de la Compañía no es consciente de la importancia de la seguridad, nada de esto es suficiente.
La seguridad basada en el comportamiento (SBC) es un proceso que se centra en reforzar comportamientos seguros y reducir o eliminar los que provocan riesgos, para disminuir los accidentes y enfermedades ocupacionales. Dado que los comportamientos inseguros son la causa principal de accidentes en el lugar de trabajo, se concluye que al disminuir este tipo de conductas y aumentar las que son seguras, se mejora el desempeño en cuanto a seguridad.
Sin embargo una correcta gestión de la prevención de riesgos laborales no sólo debe influir en las condiciones materiales, ambientales y organizativas del trabajo sino que también debe contemplar una intervención en el “subsistema social de la empresa”, es decir las actitudes correctas y los comportamientos adecuados.
Hay que tener en cuenta que las personas no cambian voluntariamente de actitudes, ya que uno no puede decidirse a cambiar una cosa de la que no es consciente. Por definición, difícilmente alguien puede pensar que sus propias actitudes son equivocadas. Tiene que ser un observador quien juzgue tal cosa. Hablar de cambio de actitudes supone, en primer lugar, la existencia de unas personas con unas actitudes determinadas y, en segundo lugar, de otras personas que juzguen a aquellas como incorrectas o inadecuadas en relación a un criterio que consideran válido.
En el ámbito que aquí se trata, las actitudes erróneas serán aquellas que favorezcan una predisposición a arriesgarse, mientras que las actitudes correctas serán aquellas favorables a la seguridad, es decir, a no correr riesgos. Se presupone que las actitudes favorables a la seguridad serán aquellas que predisponen a comprender la existencia de unos riesgos, así como a comportarse de manera adecuada a unos procedimientos preventivos para evitarlos. Estos procedimientos se habrán establecido después de haber identificado, estimado y evaluado unos riesgos mediante unos criterios científico-técnicos.
Hay que tener en cuenta que muchas veces estos criterios científico-técnicos no coincidirán con los criterios de sentido común que hace servir el trabajador para interpretar la realidad.
Un trabajador, o grupo de trabajadores, pueden incumplir los procedimientos de trabajo seguros debido a que no perciben o interpretan la realidad tal como lo hizo quien estableció dichos procedimientos. Hay que tener en cuenta que no todas las personas perciben la realidad de la misma manera; hay una cierta ambigüedad intrínseca y los significados de las cosas no son idénticos para todo el mundo. Sobre todo en cosas que escapan al sentido común, como son ciertos riesgos higiénicos que no se perciben fácilmente por los sentidos.
En ocasiones un trabajador, o un grupo de trabajadores, incumplirán los procedimientos preventivos de manera inconsciente, debido a que sus conocimientos sobre los peligros y riesgos presentes en su trabajo no coinciden con los conocimientos científico-técnicos.
En estos casos es posible que el defecto cognitivo se dé en la propia identificación del peligro, o bien en la estimación de sus magnitudes por parte del trabajador. Incluso puede suceder que no se trate de una valoración defectuosa sino que el trabajador puede percibir además otros peligros no contemplados por los análisis técnicos de los expertos.
Para solucionar estas situaciones habrá que procurar alcanzar una percepción de la realidad lo más compartida posible entre las personas y grupos que forman la empresa. El objetivo ha de ser, por un lado, hacer comprender a los trabajadores los riesgos a los que se enfrentan, y por otro lado, se debe contar con la percepción que aquellos tengan sobre dichos riesgos de cara a articular las medidas preventivas.
A esto denominamos teoría Tricondicional del Comportamiento Seguro, para que una persona trabaje segura ¿qué condiciones deben darse?.

La SBC, es una metodología o herramienta de gestión dirigida establecer, mantener y aumentar el comportamiento seguro. La SBC nos permite actuar sobre el Factor Humano, sobre el “Querer trabajar seguro”. Trata de “educar” a los trabajadores y arraigarles en los principios básicos de la PRL de forma que la seguridad y salud sea un valor en las personas y como un valor de la organización.
Recuerda cuando creas una cultura de prevención, la Seguridad es la mejor defensa para reducir y enfrentar los riesgos.
Harry Mariño
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